sábado, 9 de marzo de 2019

LAS MOMIAS CUENTAN LA HISTORIA DE LOS PRIMEROS AMERICANOS

La momia de la cueva del Espíritu, descubierta en 1940 en Nevada (EEUU) es la más antigua con 10.600 años. Unos restos tan antiguos pueden arrojar luz sobre los primeros americanos. El análisis de ADN confirmó que era un ancestro de los nativos americanos actuales.

El investigador danés, Eske Willeslev, y otros 50 científicos presentan el análisis del genoma de una quincena de momias y otros restos de antiguos americanos, varios de ellos con una antigüedad de 10 milenios. Su trabajo ha permitido dibujar cómo fue la expansión de aquellos primeros americanos que cruzaron el estrecho de Bering hace quizá 20.000 años.

El análisis de los humanos encontrados en la cueva de Sumidouro (Brasil) ha sido clave. Tras un complejo proceso, determinaron que tenían 10400 años, 200 menos que la momia de la cueva del Espíritu. A pesar de estar separados por 10000 kilómetros, apenas hay separación genética entre la momia del norte y los restos del sur. Esto lleva a pensar que hubo una migración del norte al sur y todo sugiere que la expansión fue muy amplia y rápida. Pero no fue en un único sentido ni en único momento.

Hace unos 8.000 años, algunos de aquellos nativos americanos se movieron de nuevo, pero esta vez partían de Centroamérica y se movieron tanto al norte como al sur. Los investigadores han encontrado el rastro de este movimiento en el genoma de todas las poblaciones indígenas actuales de las que hay datos genéticos. Pero, según otro estudio publicado a la par que el anterior, además de la migración que llevó a los humanos hasta la Patagonia, hubo otras dos en los milenios siguientes y las dos del norte al sur.


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